Cuentos Literarios A R

• “Una colección de cuentos con realismo mágico, poesía y conciencia”

Días Perdidos

por Arthur Rojas

✴️ Dedicatoria

A quienes alguna vez lo perdieron todo…
y en ese todo, encontraron el alma.

  1. El experimento social

Valentina Mendoza, una joven inteligente, astuta y privilegiada, aceptó participar en un experimento social ideado por sus compañeros de clase en su carrera universitaria. El reto: vivir tres días como indigente en la ciudad para comprobar si sería capaz de sobrevivir fuera de su burbuja de privilegio.

Diseñó un plan meticuloso: trazó rutas seguras con Google Maps, seleccionó los mejores lugares para resguardarse y organizó con su chofer el escondite de tarjetas de crédito y celulares en puntos estratégicos. Todo estaba bajo control.

O eso creía.

  1. La venganza de Diego

Diego, su exnovio, aún herido por una ruptura pública y humillante, se enteró del experimento y vio la oportunidad perfecta para vengarse. Movido por el despecho, organizó un plan cruel: alteró el itinerario sin que nadie lo supiera.

Valentina fue interceptada y secuestrada. Al despertar, se encontraba abandonada a 200 kilómetros de la ciudad que conocía, sin sus recursos escondidos, sin ninguna forma de pedir ayuda. Estaba completamente sola, desorientada y vulnerable.

  1. El accidente y la pérdida

En su intento por volver a algún lugar conocido, deambuló por barrios desconocidos y peligrosos. Un grupo de indigentes, viejos y jóvenes, intentó abusar de ella. Corrió, luchó, escapó… pero en su desesperada huida fue atropellada por un automóvil.

Sobrevivió, pero entre sus múltiples heridas, perdió algo esencial: la memoria.

  1. Paloma

Una mujer sin pasado, sin nombre. Fue recogida por un pequeño grupo de desamparados que la apodaron Paloma, por su fragilidad y su mirada extraviada.

Paloma comenzó a reconstruirse desde cero. Aprendió a buscar comida entre desechos, a protegerse del frío con cartones, a compartir lo poco que tenía.
Y, más importante aún, comenzó a descubrir la humanidad real —no la caridad condescendiente— que se esconde en las calles.

  1. Morales y la sospecha

Mientras tanto, el inspector Morales avanzaba en la investigación de la desaparición. Había algo extraño en Diego, especialmente cuando comenzó a buscar a Valentina en Templeton, un lugar donde se suponía que ella nunca iría.

Su intuición lo llevó a hospitales y refugios. En uno de ellos, una enfermera observó la foto de Valentina y dijo:

“Con esa cara de revista jamás la van a encontrar.
Pero creo que vi esos ojos… aunque distintos.”

Con ayuda de IA, reconstruyeron una posible imagen de cómo luciría Valentina tras meses en la calle. Fue un shock.

  1. La confesión

La presión y la culpa consumieron a Diego.
Terminó confesando:

—Quería que sintiera lo que era vivir sin poder…
Pero ahora, soy yo quien no puede con el peso de lo que hice.

Al enterarse, Valentina (ahora con fragmentos de recuerdos que regresaban lentamente) pidió que no se presentaran cargos. No por compasión, sino porque, en sus palabras:

—Él cambió mi destino.
Pero me permitió renacer.

  1. El reencuentro

La llevaron a casa. Sus padres la abrazaron entre lágrimas, pero su mente no los recordaba. Su corazón seguía pensando en Clara, Andrés y los niños con los que había compartido los días más duros y puros de su existencia.

Sentía que no pertenecía aún a esa casa, ni a ese mundo brillante. Aún no.

  1. La copa de agua

En una cena de bienvenida en un hotel de lujo, vestida, maquillada y rodeada de periodistas, Valentina permanecía en silencio.

Mientras las copas de champaña brillaban, ella solo pensaba en los estómagos vacíos de la calle.

Alzando una simple copa de agua, dijo:

—Hoy les juro que comenzaré mi nueva vida.

  1. El efecto mariposa

A medida que los recuerdos volvían en flashes, Valentina fue reconstruyendo su historia. Agradeció en secreto el caos que la transformó.

Donó toda su ropa, maquillaje y objetos de lujo. Con lo recaudado, comenzó a planear una fundación.

Pidió que no se tomaran represalias contra Diego. Para ella, su venganza fue el principio de todo.

  1. Fundación ALAS

Volvió a Templeton. Buscó a Clara, Andrés, los niños, los indigentes con los que había compartido su renacer.

Los integró como fundadores y empleados de la Fundación ALAS: ayuda para personas sin hogar, comedores, refugios, programas de desintoxicación, educación y becas.

Convenció a sus antiguos compañeros del experimento original para unirse como voluntarios.

  1. Días encontrados

A los 25 años, Valentina Mendoza fue reconocida internacionalmente por haber creado la institución autosostenible con más voluntarios jóvenes del mundo.

Sus días perdidos no fueron los que vivió en la calle…
Fueron los anteriores, cuando no conocía su propósito.

Y así, Valentina y Paloma, ahora una sola, extendieron sus alas.

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